La seguridad laboral no es un tema para tomarse a la ligera. La normativa al respecto se ha ido haciendo más estricta con el tiempo, y con razón. La legislación respecto a los EPIs en los puestos de trabajo obliga a las empresas a adoptar una serie de medidas, dependiendo del sector y las actividades que se lleven a cabo. Y en las empresas en las que el riesgo de incendio es alto, estas medidas son especialmente estrictas. Empezando por los omnipresentes extintores y siguiendo por las fibras ignífugas que componen los uniformes de bomberos o los equipos de protección de soldadores. Y terminando por las mantas ignífugas, fabricadas con ese mismo tipo de fibra, ideales para la seguridad laboral. Unos EPIs fáciles de usar y de gran eficacia para la protección individual contra el fuego.
Cuando pensamos en la protección personal contra pequeños incendios o fuegos incipientes lo primero que a la mayoría de personas les viene a la cabeza son los extintores. Unos inventos magníficos que han salvado muchas vidas y propiedades. Su presencia en determinadas situaciones está obligada por la legislación y su instalación y uso están fuertemente regulados. Por si fuera poco, ofrecen la posibilidad de usos mucho más creativos que los que uno se imagina.
Pero, a pesar de ser un elemento indispensable para la seguridad en el trabajo, no deja de tener sus inconvenientes y limitaciones. Es relativamente complicado de usar, puede ser demasiado pesado para algunas personas y el polvo que emite estropea los objetos y las superficies situados alrededor de la zona afectada. Además, no todos los tipos de extintor son útiles para todos los tipos de fuego, sin contar que su uso sobre personas o animales está absolutamente contraindicado.
Por eso, si en el momento en que se aparecen las primeras llamas y se desatan los nervios tenemos que tener en cuenta todos estos factores, es comprensible que muchas personas opten por huir y ponerse a salvo, sin ni siquiera intentar combatir ese incendio embrionario. Algo que en muchas ocasiones evitaría males mayores.
LA MANTA IGNÍFUGA, UN EPI SENCILLO Y SEGURO
Las mantas ignífugas se fabrican con tejidos resistentes al fuego. Después de un rato en contacto con éste acaban carbonizando y, mientras tanto, le cortan el suministro de oxígeno por lo que se va consumiendo sin remedio. Sin tener que hacer nada más que cubrir el foco del incendio en el primer instante en que se declara, el fuego se extingue sin mayor esfuerzo y la manta se queda allí donde la hemos puesto. En mejor o peor estado, según como hayan ido las cosas, pero sin provocar más destrozos. Fácil, rápido y seguro. Y eficaz para todos los tipos de fuego, sin excepción.
Aunque quizá mucha gente no lo sepa, las mantas ignífugas son un EPI regulado por la legislación en el Reglamento de instalaciones de protección contra incendios, y de uso obligado o recomendado en algunos tipos de puestos laborales, como las instalaciones petrolíferas, instalaciones de almacenamiento de productos químicos, centrales eléctricas, laboratorios, etc.
El uso de las mantas de emergencia contra incendios ya está completamente implementado en los sectores profesionales que están en contacto con el fuego o en riesgo de estarlo, y los tejidos con los que fabrican ya se utilizan en los uniformes de bomberos y de pilotos de carreras. Y la manta ignífuga para soldaduras es un elemento imprescindible para expertos del soplete.
LA SEGURIDAD LABORAL ES PARA LAS PERSONAS
EPI significa Equipo de Protección Individual, una expresión que describe perfectamente qué es una manta ignífuga. Actuar contra la propagación de un incendio puede evitar daños materiales. Pero aún más importante es evitar que se produzcan daños personales.
Por mucho que nos esforcemos, en ocasiones es imposible controlar el fuego e impedir su difusión. Si se da esa situación, los tejidos ignífugos no tienen rival en cuanto a protección a los trabajadores y trabajadoras. En caso de incendio incontrolable, cúbrase a las personas en riesgo y procédase a la evacuación. Y a esperar con paciencia a que lleguen los bomberos. Y a llamar al seguro.
Y en el caso extremo en que el fuego haya prendido en el cuerpo de una persona, cubrirlo con una manta, completamente o sólo la parte afectada, puede marcar una diferencia inmensa. En casos así se ha de actuar sin ninguna vacilación, y la facilidad de uso, la eficacia y la rapidez, no tienen precio.
CONFIANZA EN EL EPI MÁS EFICAZ
Como ya hemos dicho, la seguridad laboral se ha de tomar con la mayor seriedad. Los equipos EPI han de ser proporcionados por empresas de la mayor confianza y estar fabricados con elementos de la mejor calidad.
Las mantas ignífugas Shokfire están producidas por el Grupo ADI, una empresa con sede en Terrassa que exporta a varios países del mundo, con más de 25 años de experiencia en el sector de los productos químicos. Y están fabricadas con fibra Tecstar, un tejido de producción propia que encabeza el ranking de las fibras ignífugas al tener el mayor índice LOI. Son las mantas ignífugas que tardan más tiempo en carbonizar completamente, por lo que son las más eficaces apagando el fuego.
Por eso mismo, si te tomas la seguridad laboral en serio, nuestras mantas son la opción más conveniente. No dudes en ponerte en contacto con nosotros si necesitas más información sobre ellas.
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